La epilepsia no contraindica una infancia normal









Pediatría
Fuente:http://pediatria.diariomedico.com

ENCUENTRO SOBRE EPILEPSIA PEDIÁTRICA

La epilepsia no contraindica una infancia normal

Muchos de los síndromes de epilepsia tienen su inicio en la edad pediátrica y mantener a raya las crisis sin interferir con el crecimiento infantil en sus distintas facetas es el principal objetivo en el manejo de este cuadro.

Ángeles Pérez Jiménez,neurofisióloga del Hospital Niño Jesús y Jaime Campos,neuropediatra del Hospital Clínico 
de Madrid.

La epilepsia, un síndrome en el se engloban hasta 30 tipos de crisis y cerca de 100 síndromes epilépticos, según sus diferentes signos y síntomas, es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes tanto en la infancia como en la edad adulta. La Organización Mundial de la Salud considera que la incidencia de las epilepsias es alta en la infancia, se estabiliza en la adolescencia y disminuye en la edad adulta.

En España se estima una incidencia de 62,2 casos por cien mil habitantes, en menores de 15 años, con una mayor afectación en el primer año de vida, según Carlos Salas, del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, de Murcia, y uno de los coordinadores del recién publicado Tratado de Epilepsia que se centra muy especialmente en la edad pediátrica, y para quien «el diagnóstico en pediatría es más laborioso, y el tratamiento, muchas veces, más problemático. Es necesaria una mayor precisión y un ajuste de dosis mucho más meticuloso que en un adulto».
«El cerebro del niño no es el de un adulto en miniatura, por lo que la interpretación de las pruebas diagnósticas requiere entrenamiento específico»
Una detección temprana y certera es la clave para comenzar con los abordajes oportunos y cortar de raíz con las crisis que conllevan deterioro cognitivo y motor. El desarrollo de las técnicas de neuroimagen y la integración de las diversas exploraciones ofrecen, al fusionarse, información más completa del foco epiléptico. El diagnóstico de la epilepsia es esencialmente clínico, pero las pruebas neurofisiológicas son esenciales en pacientes con sospecha de crisis y para identificar con precisión el tipo de epilepsia que se presenta, según Ángeles Pérez Jiménez, responsable de Neurofisiología de la Unidad de Epilepsia en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Niño Jesús, de Madrid.
Valoración multimodal 
Pérez, que ha participado en un encuentro internacional sobre epilepsia pediátrica celebrado en la Fundación Ramón Areces, de Madrid, considera que, en esa valoración global multimodal, la prueba por excelencia es el vídeo-EEG, que combina el registro del electroencefalograma (EEG) con la imagen del paciente grabada en vídeo en tiempo prolongado, que pueden ser días. «Además de confirmar el diagnóstico, el vídeo-EEG también puede ayudar a detectar episodios leves o menores que hayan pasado desapercibidos y estén deteriorando el desarrollo normal del niño.
«Una cuarta parte de los casos que no se controlan son falsas epilepsias, como crisis paroxísticas no epilépticas, síncopes o parasomnias»
Determinadas formas de epilepsia aparecen en el periodo neonatal y aquí la labor del neurofisiólogo es específica, pues «el cerebro del niño no es el de un adulto en miniatura: la interpretación de las pruebas diagnósticas en la infancia requiere un entrenamiento concreto; desde el punto de vista de la neuroimagen, por ejemplo, el estudio puede ser más difícil que en el paciente adulto, pues el cerebro infantil se está mielinizando». En niños, una epilepsia mal controlada o que conlleva muchas crisis, se asocia a riesgo de deterioro cognitivo, aunque, a su favor, la edad pediátrica, en comparación con la adulta, cuenta con mayor capacidad de recuperación de déficits neurológicos por la plasticidad neuronal.
Existen cerca de 22 fármacos comercializados para el abordaje de la epilepsia, «que controlan hasta un 80 por ciento de los casos», según Jaime Campos Castelló, neuropediatra y neurofisiológo clínico en el Hospital Clínico, y profesor de Pediatría en la Universidad Complutense, de Madrid, «lo que reduce el impacto social de la enfermedad y el deterioro intelectual; en suma, aumenta la calidad de vida del niño».
El tratamiento quirúrgico, que se diseña en función de la existencia del foco epileptógeno y de su localización mediante vídeo-EEG, según Pérez Jiménez, es totalmente curativo cuando existe la indicación oportuna.
Unidades de epilepsia
Sin embargo, un 20 por ciento de epilepsias infantiles siguen siendo farmacorresistentes, no tienen un control oportuno. Campos sostiene que el fomento de unidades hospitalarias de epilepsia, cuya presencia es casi anecdótica en el sistema sanitario público español, es totalmente necesario para realizar seguimiento y reevaluación. «El 25 por ciento de los casos que no se controlan son falsas epilepsias: crisis paroxísticas no epilépticas, síncopes o parasomnias, entre otras».
A los agentes antiepilépticos de primera y segunda generación, no exentos de efectos adversos, se han sumado los de tercera generación, que pretenden ser más efectivos y menos tóxicos, según José Luis Herranz, neurólogo de la Universidad de Cantabria, en Santander, sin olvidar «las nuevas dianas de investigación (ver cuadro adjunto) que buscan erradicar la farmacorresistencia, pero también un tratamiento mucho más específico a cada epilepsia».

UN DURO ESTIGMA QUE ENVUELVE A TODA LA FAMILIA

La epilepsia carga sobre los hombros de cada persona afectada un gran estigma social, un aspecto contra el que no sólo luchan cada vez más profesionales médicos sino que es uno de los objetivos de las asociaciones de pacientes y de sus familiares. En un informe realizado por la empresa Cuestiona para la Fundación Síndrome de West, un tipo de epilepsia, se concluye que la percepción de discriminación, en actos sociales, restaurantes e incluso en el entorno familiar, «sí existe y aumenta a medida que el paciente cumple años», según Nieves Pombo, socia directora de Cuestiona, que ha presentado estos datos en un simposio internacional celebrado en la Fundación Ramón Areces, de Madrid. Así, un 20 por ciento de familias dicen que sí existe discriminación, un 40 por ciento reconoce que a veces y un 38 por ciento considera que nunca. La familia es la segunda afectada, ya que en los primeros años de enfermedad dos de cada tres personas, sobre todo madres, con hijos epilépticos tienen que abandonar el trabajo por las numerosas hospitalizaciones. «En el 68 por ciento de los casos algún familiar abandona el trabajo, pero si no lo hace, posteriormente, las bajas laborales temporales son más frecuentes, así como las reducciones de jornada, por la atención que requiere el enfermo, «lo que sugiere que es necesario contribuir y facilitar la conciliación laboral y familiar desde las empresas y las administraciones».

Tratamientos psicológicos (V).Terapia de familia








Tratado de Psiquiatría
Capítulo 46
Tratamientos psicológicos (V).Terapia de familia.
P.Salorio del Moral,J.Rodado Martínez.
Fuente: http://www.psiquiatria.com


Terapia de niños
 Mujeres embriagadas
Cuando la pareja está bien


RESUMEN:

INTRODUCCIÓN
La Terapia Familiar tal como la conocemos en
la actualidad, comienza a desarrollarse en los
Estados Unidos sobre los años 50. En esta
época el Psicoanálisis era una de las principales orientaciones psiquiátricas, pero para muchos
psiquiatras este método no era lo suficientemente
útil, sobre todo en el tratamiento de los pacientes esquizofrénicos, por lo que intentan buscar nuevas alternativas terapéuticas (Pereira, 1994). Esa nueva alternativa era la Terapia Familiar, cuyo objetivo en un
principio no era cambiar unas percepciones individuales, sino cambiar la estructura de la familia y los
patrones de conducta alterados. No era suficiente el
tratamiento individual, ya que además de cambiar los
conflictos internos de la persona era necesario cambiar el medio en el que la persona vive.
En este capítulo se tratará de dar una visión global
de los abordajes teóricos de la familia en cuanto a
evaluación y tratamiento psiquiátrico. Comenzaremos con una revisión histórica de los diferentes modelos teóricos que han dado lugar al movimiento de
la Terapia Familiar, a continuación trataremos de definir qué se entiende por familia, su estructura y sus
funciones, posteriormente revisaremos los principales enfoques en Terapia de Familia y la utilidad del
enfoque sistémico en Psiquiatría. Finalmente cómo
usar eficientemente los distintos tratamientos familiares sistémicos en diferentes patologías como: las toxicomanias, los trastornos de la alimentación, las psicosis y en el tratamiento con niños.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA
Hace años que la Psiquiatría reconoce la influencia crucial de la familia en el desarrollo del individuo
y su psicopatología. Durante muchos años la atención se dirigió de forma primaria al impacto de la
díada madre-hijo en la infancia temprana de este último, siguiendo un modelo de influencia causal que
asumía que las deficiencias de la personalidad materna y su estilo maternal eran responsables de cualquier alteración en la descendencia. En este modelo
los miembros de la familia eran vistos de una forma
colateral y separada al tratamiento individual del paciente (si es que los veían). Un giro paradigmático
ocurrió en los años 50 con el desarrollo de la Teoría
General de Sistemas (Bertalanffy, 1969; Grinker,
1967), la Teoría de las Comunicaciones (Ruesch y
Bateson, 1951), y la Cibernética (Watzlawick y col.,
1967). La observación directa de familias al completo en el estudio de la esquizofrenia (Bateson y col.,
1956; Bowen, 1960; Lidz y col., 1965; Singer y
Wynne, 1965; Wynne y col., 1958) y, posteriormente, bajo distintos grados de disfunción, impulsó
que se pensara en el contexto familiar de los problemas humanos y en una intervención terapéutica destinada a cambiar los patrones de interacción disfuncionales. Todas las investigaciones apoyaban la existencia de unos patrones transaccionales continuos y
repetidos. Dejando de lado cuestiones como el
origen de los problemas, se observó que las interacciones reales ocurrían en forma de ciclos que mantenían o reforzaban la conducta alterada en el paciente, y que existía una cadena de causalidad circular y
compleja que conectaba las acciones y reacciones de
los miembros de la familia. Asimismo, se comprobó
que independientemente del tipo o la profundidad
de la intervención terapéutica individual, los síntomas reaparecían regularmente cuando el paciente
volvía a su vida anterior familiar en casa. El siguiente
paso lógico fue concebir una intervención terapéutica destinada a alterar estos patrones de relación disfuncionales mediante sesiones con la familia al completo.
Los 60 fueron unos años de rápida expansión de
la teoría y de experimentación de los distintos enfoques terapéuticos familiares sobre una gran variedad
de problemas. Este rápido crecimiento con la proliferación de nuevas ideas, técnicas y escuelas teóricas,
puede crear confusión sobre qué es una orientación
sistémica y cómo se practica la terapia familiar. (Rolland y Walsh, 1996).
Desde un punto de vista general, Minuchin en
1975 reconocía la existencia de tres corrientes en
EE.UU.:
—La transicional que trata de amalgamar conceptos nuevos de sistemas con conceptos dinámicos
tradicionales y en el que el tratamiento tiene como
objetivo la reestructuración psicológica del paciente,
poniendo énfasis en la exploración del pasado, en el
contenido de la comunicación y en la utilización de la
transferencia y la interpretación como técnicas.
—La existencial, que tiene como objetivo el crecimiento y expansión de la persona y en el tratamiento pone énfasis en la experiencia en el presente, entre el terapeuta y los miembros de la familia como
instrumento de cambios para ambos.
—La tercera corriente tiene como objeto el cambio del sistema familiar como contexto social y psicológico de los miembros de la familia y en la terapia el
énfasis está en la transformación de los procesos interpersonales en disfunción.


LA FAMILIA. DEFINICIÓN
Hasta la actualidad, la familia era considerada el
grupo primario más relevante de la sociedad, ya que
es en la familia donde el individuo recibe las más eficaces y duraderas pautas de socialización. Su personalidad social se forma en parte con este contacto y
comunicación (Fichter, 1990).
La familia ha sido estudiada en profundidad por
diferentes ciencias, considerándola como un “almacén económico, afectivo, educativo y social” (Garrido, 1995).
Es difícil establecer una definición de familia, ya
que esta ha ido cambiando con el paso de los años y
en función de las ideologías políticas. Si analizamos
las definiciones propuestas por varios autores, podemos llegar a un intento de definición.
Levi-Strauss (cit. por Garrido, 1995) definía a la
familia como “una sociedad formada por el marido, la mujer y los hijos de ambos, unidos por lazos
legales, con derechos y obligaciones prescritas, así
como por vínculos psicológicos y emocionales”.
Gough (cit. por Musitu y Herrero, 1994) considera que con el término de familia se hace referencia a
“una pareja u otro grupo de parientes adultos que
cooperan en la vida económica y en la crianza y
educación de los hijos, la mayor parte de los cuales o todos ellos utilizan una morada común”.
Misitu y Herrero (1994) definen a la familia como
“un grupo de personas directamente ligadas por
nexos de parentesco, cuyos miembros adultos asumen la responsabilidad del cuidado y educación
de los hijos”.
Para Garrido (1995) la familia es “un grupo que
tiene una estructura básica (padre-madre-hijos)
habitando en un espacio durante diversos ciclos
vitales que tiene como fin cumplir con funciones
sexuales-reproductoras, económicas, socioeducativas y afectivas abierta tanto a la familia extensa
como a la comunidad”.
En todas estas definiciones podemos observar como se hace referencia a que la familia es un grupo
de personas unidas por lazos de parentesco, que tienen una estructura y que realizan determinadas funciones.


ESTRUCTURA Y FUNCIONES DE LA FAMILIA
En general en cuanto a la estructura, existen
diferentes tipos de familia
—Familia extensa o amplia.
—Familia nuclear o conyugal.

Familia extensa
Se entiende por familia extensa un grupo formado por personas que están unidas por lazos de parentesco, que pueden pertenecer a distintas generaciones o que sean miembros familiares de una
generación particular así como sus cónyuges. Este tipo de familia es característico de las sociedades
preindustriales, en ellas los hombres y las mujeres se
casan pero continúan perteneciendo a la familia de
los padres de uno de los cónyuges.
En cuanto a las relaciones entre sus miembros,
predominaban las jerarquías de los padres sobre los
hijos, de los ancianos sobre los jóvenes, de los mayores sobre los menores, correspondiendo a la mujer el
papel de subordinación.
En relación a lo económico, este tipo de familia
constituía la unidad de producción y de consumo, estableciendo una tácita división del trabajo.

Familia nuclear
La familia nuclear, también denominada conyugal, elemental, básica o simple es el prototipo de familia que predomina en la actualidad. Es un grupo
formado por un hombre, una mujer y sus hijos socialmente reconocidos.
Para Murdock (citado por Garrido, 1995) la familia nuclear es un grupo social humano universal,
ya sea como la única forma de familia o como unidad básica integrante de formas familiares más
complejas.
En general por familia nuclear se entiende aquella
comunidad en la que predomina exclusivamente un
principio de parentesco primario: marido, esposa y
uno o más hijos. En este tipo de familia tiene lugar
una prevalencia de lo afectivo sobre lo económico, lo
que supone una gran riqueza y al mismo tiempo una
mayor fragilidad desde un punto de vista sociológico,
ya que está expuesta a mayores crisis psicológicas
(Pastor, 1988).

Las variaciones raciales/étnicas,sustancias entre adolescentes en EE.UU.




Archives of General Psychiatry
Fuente: http://archpsyc.ama-assn.org



LAS VARIACIONES RACIALES/ÉTNICAS EN TRASTORNOS RELACIONADOS CON SUSTANCIAS ENTRE LOS ADOLESCENTES EN LOS ESTADOS UNIDOS.




Li Wu-Tzy, ScD , George E. Woody, MD ; Chongming Yang, PhD ; Jeng-Jong Pan, PhD ; Dan G. Blazer, PhD, MD 

Arch Gen Psychiatry.  2011; 68 (11) :1176-1185. doi: 10.1001/archgenpsychiatry.2011.120
Contexto  Si bien los jóvenes grupos raciales / étnicos de la población de más rápido crecimiento en los Estados Unidos, los datos sobre trastornos relacionados con sustancias entre los adolescentes de diversos orígenes raciales / étnicos son insuficientes.
Objetivo  Examinar la magnitud de el año anterior el DSM-IV trastornos relacionados con sustancias (alcohol, marihuana, cocaína, inhalantes, alucinógenos, heroína, opiáceos analgésicos, estimulantes, sedantes y tranquilizantes) entre los adolescentes de blancos, hispanos, afroamericanos, nativos americanos, asiáticos o isleños del Pacífico, y varios raza / etnia.
Diseño de  la Encuesta Nacional de 2005 a 2008 sobre el Uso de Drogas y la Salud.
Configuración  de investigación académica.
Los participantes  no institucionalizada de los adolescentes del hogar de 12 a 17 años.
Principales medidas de resultado  trastornos relacionados con sustancias fueron evaluadas por preguntas de la encuesta estandarizada administrada usando el equipo de audio, entrevistas asistidas por el método.
Resultados  de 72 561 adolescentes de 12 a 17 años, el 37,0% consumía alcohol o drogas en el último año, un 7,9% cumplían los criterios para un trastorno relacionado con sustancias, con los nativos americanos tienen la prevalencia más alta de uso (47,5%) y el desorden (15,0 %). Opioides analgésicos fueron los segundos más comúnmente usado drogas ilegales, la marihuana siguientes, en todos los grupos raciales / étnicos, el uso de analgésico opioide fue relativamente frecuente entre los adolescentes de los nativos americanos (9,7%) y múltiples raza / etnia (8,8%). Entre los 27 705 últimos años de alcohol o drogas, los nativos americanos (31,5%), los adolescentes de raza múltiples / etnia (25,2%), los adolescentes de raza blanca / etnia (22,9%) e hispanos (21,0%) tuvieron las tasas más altas de trastornos relacionados con sustancias. Los adolescentes utilizan la marihuana con más frecuencia que el alcohol u otras drogas, y el 25,9% de los consumidores de marihuana cumplían los criterios de abuso o dependencia de la marihuana. Después de controlar por edad de los adolescentes, las variables socioeconómicas, la densidad de población de residencia, la salud autoevaluada, y año de la encuesta, el análisis ajustado de los usuarios de sustancias en los adolescentes indican probabilidades elevadas de trastornos relacionados con sustancias entre los nativos americanos, los adolescentes de raza múltiples / origen étnico, los adolescentes de raza blanca / etnia, y los hispanos en comparación con los afroamericanos, los afroamericanos no difieren de los asiáticos o isleños del Pacífico.
Conclusiones  El consumo de drogas está muy extendido entre los adolescentes de los nativos americanos, raza blanca, hispana, y varios / etnia. Estos grupos también se ven desproporcionadamente afectadas por trastornos relacionados con sustancias.





Afiliaciones de los autores: Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento, Duke University Medical Center (Dres. Wu y Blazer), y el Social Science Research Institute, la Universidad de Duke (Dr. Yang), Durham, Carolina del Norte, Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania School of Medicine, . y Tratamiento del Instituto de Investigación, Filadelfia (Dr. Woody), y de Salud de Veteranos de Administración, Washington, DC (Dr. Pan) Contribuciones de los autores: Los datos fueron analizados por los doctores Wu y Yang. El Dr. Wu tuvo pleno acceso a todos los datos en el estudio y asume la responsabilidad por la integridad de los datos y la exactitud de los análisis de datos.









OTROS ARTÍCULOS DE ABUSOS DE SUSTANCIAS/ALCOHOLISMO


Trastornos de la Personalidad y el curso de 3 años de trastornos por uso de alcohol, drogas y nicotina

Deborah Hasin, PhD , Miriam C. Fenton, MPH , Andrew Skodol, MD , Robert Krueger, PhD , Katherine Keyes, PhD ,Timoteo Geier, BA , Eliana Greenstein, MA , Carlos Blanco, MD, PhD , Bridget Grant, doctorado, PhD 
Arch Gen Psychiatry.  2011; 68 (11) :1158-1167. doi: 10.1001/archgenpsychiatry.2011.136
Contexto  Poco se sabe sobre el papel de una amplia gama de trastornos de la personalidad en el curso del trastorno por uso de sustancias (TUS) y si estos se diferencian por la sustancia. La literatura existente se centra fundamentalmente en el trastorno de personalidad antisocial y no llegar a conclusiones claras.
Objetivo  Determinar la asociación entre el 10 DSM-IV los trastornos de personalidad y la persistencia de los TCS común en un estudio prospectivo de 3 años de una muestra nacional.
Diseño  Los datos fueron extraídos de los participantes en la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre Alcohol y Condiciones Relacionadas (NESARC) que había de dependencia del alcohol (n = 1172), el trastorno de consumo de cannabis (n = 454), o dependencia de la nicotina (n = 4017) al inicio del estudio y que fueron entrevistadas después de 3 años. Variables de control incluidas las características demográficas, los antecedentes familiares de abuso de sustancias, trastornos del Eje I de referencia y el estado de tratamiento, y la duración previa SUD.
Principal medida de resultados  persistentes SUD, que se define como reunión de todos los criterios del SUD relevantes a lo largo de los 3 años de seguimiento.
Resultados  SUD persistente se encontró entre el 30,1% de los participantes con dependencia del alcohol, un 30,8% con trastorno de consumo de cannabis, y 56,6% con dependencia a la nicotina al inicio del estudio. Trastornos del Eje I no tienen asociaciones fuertes o consistentes con SUD persistente. Por el contrario, el trastorno de personalidad antisocial se asoció significativamente con el alcohol persistente, el cannabis, la nicotina y los trastornos de uso (odds ratio ajustado, 2,46 a 3,51), así como trastorno de personalidad borderline (odds ratio ajustado, 2.04 a 2.78) y el trastorno esquizotípico de la personalidad (de probabilidad ajustada ratios, 1,65-5,90). Trastornos de la personalidad narcisista, esquizoide y trastorno obsesivo-compulsivo eran menos consistentemente asociada con la persistencia SUD.
Conclusiones  Las conclusiones consistentes sobre la asociación de trastornos de la personalidad antisocial, límite y esquizotípico con SUD persistente indica la importancia de estos trastornos de la personalidad en la comprensión del curso de la SUD. Los estudios futuros deben examinar las reclamaciones dimensional de trastornos de la personalidad y el papel de los componentes específicos de estos trastornos, los contribuyentes biológicos y ambientales de estas relaciones, y las posibles aplicaciones de estos hallazgos para el desarrollo del tratamiento.





Afiliaciones de los autores: Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Médicos y Cirujanos (Dres. Hasin, Skodol y Blanco), y el Departamento de Epidemiología de la Escuela Mailman de Salud Pública (Dres. Hasin y Keyes y Fenton Ms), la Universidad de Columbia y New York State Psychiatric Instituto (Drs. Hasin, Keyes, y Blanco, Mss Fenton y Greenstein, y el Sr. Geier), Nueva York, el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Arizona College of Medicine y el Sunbelt de colaboración, Tucson (Dr. Skodol), Departamento de Psicología de la Universidad de Minnesota , Minneapolis (Dr. Krueger), y Intramural Laboratorio de Epidemiología y Biometría, Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo, Rockville, Maryland (Dr. Grant).

Posmodernidad y Salud Mental

Posmodernidad y Salud Mental
ISBN13: 978-84-614-0851-1
Jesús J. de la Gándara Martín
Aseguran los expertos que la vida pos-moderna es estresante y peligrosa para la salud mental. No hay más que ver como aumentan los trastornos mentales, como crece el consumo de psicofármacos y psicoterapias, y como triunfa todo los que empieza por “psico”. Ahora bien, no es fácil entender porque en estos tiempos tan “pos-hiper-ultra-modernos”, en los que sabemos tanto, tenemos tanto y compartimos tanto, vivimos tan “mala-mente”. Posiblemente padecemos “trastornos del malvivir”, que quizá no sean enfermedades, pero generan sufrimientos, incapacidades y necesidades…
ÍNDICE
1. Hoja de ruta
2. Inquietud en el Paraíso
3. La insoportable vida posmoderna
4. Yo amo a mi psiquiatra
5. Trastornos del malvivir
6. Cosas de la edad
7. Cosas de mujeres
8. La cadena umbilical
9. El síndrome del espejo
10. Drogas posmodernas
11. La gran mascarada
12. Brotes de “humanotecnia
1. HOJA DE RUTA
Los expertos aseguran que la era en la que vivimos se llama “posmodernidad”
1También dicen que el estilo de vida posmoderno es peligroso para la salud mental. Se
apoyan en el aumento aparente de trastornos mentales, en el crecimiento del consumo
de psicofármacos y psicoterapias, y en el triunfo imparable de todo lo que empiece por
“psico”. Ahora bien, no es fácil entender por qué en estos tiempos tan “pos-hiper-ultramodernos”, en los que sabemos tanto, tenemos tanto y compartimos tanto, tenemos tan
mal  la mente.
Pero, ¿de verdad padecemos tantos trastornos? ¿Acaso estamos atrapados en una
especie de “malvivir” generalizado? ¿O quizá es que ahora no aguantamos tanto como
antes? Hay algunos que dicen que muchos de esos problemas, sufrimientos,
incapacidades o necesidades de los que nos quejamos, no son  realmente enfermedades
sino simples incomodidades o molestias, los flecos sucios de una posmoralidad rosicler
y mediática, y que lo que sucede es que nuestra capacidad de tolerancia, resignación y
acomodo es mínima; que caemos en la angustia, la depresión o las drogas a nada que las
cosas se pongan cuesta arriba. Otros dicen que la culpa la tiene el hipermercado global
que nos gobierna y confunde. También los hay que opinan que los grandes avances de
la ciencia, la técnica y la información, no han conseguido modernizar el “valle de
lágrimas”, ni cumplir con las profecías de salud y bienestar para todos en los años “dos
mil” que los sabios de la OMS nos auguraron.
Lo cierto es que vivimos tiempos veloces e inestables, informativos e informatizados,
lúdicos y humorísticos, cambiantes y efímeros. Estamos sometidos a la égida de la
publicidad, el imperio de la moda, la tiranía del placer y la agonía del deber. La belleza
se antepone a la salud y el dinero a la ostentación, la sexualidad es preferible al amor y
la relación virtual a la amistad confidente. La mercadotecnia genera deseos y
necesidades irreales que llevan a un consumismo desaforado que sólo nos satisface
fugazmente, para generar nuevas ansias insatisfechas.  El ocio, el placer, el
individualismo y los compromisos éticos dominan sobre el esfuerzo, el deber y las
imposiciones morales. Los neo-fanatismos sustituyen a las religiones, las supersticiones
a las creencias. Las grandes verdades han sucumbido,  las ideologías y liderazgos
absolutos se han relativizado, vivimos sumergidos en disonancias y contradicciones.
Hemos dejado atrás el rigor revolucionario para caer en el postmoralismo consumista,
basado en la ética light, el culto narcisista a la personalidad y el goce ilimitado del
hedonismo. Pero cada vez estamos más desarmados ante la vieja angustia original,
somos más vulnerables, necesitamos más ayudas sociales o químicas. Y según
declaman los más alarmistas, los viejos apoyos humanos, los valores y marcos de
referencia y aseguramiento, la familia, la tribu, el grupo, la ciudad, la nación, la religión,
el partido, la ideología… están en crisis, unos a punto  de extinguirse, otros
definitivamente arruinados. Esperábamos que la ciencia, la técnica y el estado social,
nos facilitaran los medios, recursos, remedios y cuidados, suficientes para aliviarnos,
sanarnos y satisfacernos a todos. Pero por desgracia la vida real sigue siendo tan cruda,
tenebrosa y angustiosa como siempre, por mucho que cerremos los ojos al telediario
nuestro de cada día, en el que se patentiza la profecía de León Trotsky, “El que desee
una vida tranquila, no debería haber nacido en el siglo XX.”
Durante él cometimos las mayores atrocidades de la historia, tan desmesuradas que nos
aterrorizaron a los propios seres humanos y aturdieron a los dioses. Pero también
alcanzamos los mayores avances científicos y sociales: el darwinismo se hizo ciencia, el
psicoanálisis inundó las relaciones humanas y el arte, la teoría de la relatividad dio
claridad al Universo, la energía atómica nos deslumbró y aun nos sigue iluminando, los
medios de comunicación nos han unido en una asamblea mundial de similitudes.
Pero las innegables ventajas de todo ello también han  supuesto graves amenazas para
las seguridades esenciales de los seres humanos. Así caminamos deslumbrados y
cegatos en un mundo ensombrecido por tantas luminarias, como los protagonistas de las
películas y novelas pos-atómicas, en las que las guerras globales y los cambios
climáticos acaban con la vida en la Tierra. Tenemos más libertades, más opciones, pero
¿realmente somos más libres? Tenemos muchas tarjetas de crédito, pero ¿somos más
ricos? Parecemos más bellos, ¿pero lo somos? Habitamos una sociedad lúdica, ¿pero
realmente nos divertimos? Somos más veloces, más informados, más comunicados,
pero también más individualistas, más ególatras, más narcisistas; reclamamos más
nuestros derechos y libertades individuales, pero vivimos rodeados de normas,
restricciones y coerciones democráticas. Vivimos “cien años”, pero parece que estemos
fatal de salud; somos hipocondríacos y sufrimos con ansiedad miles de chequeos y
campañas preventivas; estamos más amenazados que nunca por el cáncer y las
coronarias y los virus; y también más estresados, angustiados, deprimidos,
insatisfechos, desasosegados, y enganchados a las viejas y nuevas adicciones.
Por eso triunfan todas las medicinas, las científicas y las alternativas; los programas de
radio y televisión, las revistas y suplementos de salud lideran las cifras de audiencias y
lectores; los balnearios y hoteles-spa, el relax y  las terapias orientalistas arrasan.
Necesitamos de todos ellos para buscar alivios, liberaciones y satisfacciones. ¿A dónde
vamos con todo esto? ¿Realmente estamos tan mal? ¿Podemos confiar en el futuro o
hemos de ser pesimistas? ¿Que podemos hacer para cambiar lo malo y aprovechar lo
bueno? ¿Podemos mejorar nuestra salud mental y física? ¿Hay alguna esperanza para la
humanidad posmoderna?
Dicen los científicos que los humanos somos los únicos animales que han llegado a
disponer de un cerebro tan inteligente que es capaz de modelarse a si mismo, aunque ya
no sea sólo nuestro. En efecto disponemos de un nuevo cerebro social que genera una
ingente inteligencia compartida, pero: ¿Sabemos usarla? ¿Lograremos que el cerebrosocial-colectivo-informativo sirva para nuestro beneficio, o caeremos en sus trampas?
¿Esa novísima ciencia llamada “neurocultura” acabará librándonos de todo mal, o será
nuestra propia tumba?
De todo eso trataremos en este libro, apoyándonos en dos pilares. En primer lugar en
una indagación somera de las condiciones bio-psico-sociales de la edad posmoderna,
que nos permita entender cómo somos y actuamos los seres  humanos que la
componemos, y también las causas, prevenciones y alivios de esas pretendidas
patologías mentales posmodernas de las que tanto se habla. En segundo lugar me
apoyaré en mi propia experiencia clínica cotidiana, acumulada a lo largo de casi tres
décadas de plantar la silla y la mesa frente a los sufrimientos, limitaciones y necesidades
de miles de pacientes y allegados.
La pretensión última, quizá excesiva, sería llegar a alguna propuesta optimista, a alguna
reflexión útil, a alguna solución que, sino definitiva, si se aproximase al menos a un
plan digno de ser intentado.

El desarrollo conceptual de la ciencia cognitiva.Parte 1






Otros artículos

Fuente: http://www.psiquiatria.com

El desarrollo conceptual de la ciencia cognitiva. Parte I.

(The Conceptual Development of Cognitive Science. Part I.)

Resumen

Introducción: La ciencia cognitiva se ha constituido en el paradigma mental más influyente de finales del siglo XX y comienzos del XXI. Sus conceptos, el planteamiento de los problemas y las soluciones a estos han sufrido modificaciones significativas en el curso de pocos años.

Método: Presentación y discusión de los fundamentos de la ciencia cognitiva en cuatro etapas: los inicios, el cognitivismo clásico, el conexionismo y la corporalización-en acción.

Desarrollo y conclusión: Los inicios están marcados por la construcción de las computadoras modernas y la aparición de la teoría de la información. El cognitivismo clásico comenzó en 1956 con la noción de que todos los sistemas procesadores de información, incluido el cerebro humano, comparten los mismos principios. A partir de la analogía entre la computadora y el cerebro, se consideró apropiado estudiar la mente como si se tratara de un software. El conexionismo, también llamado procesamiento distribuido en paralelo o de redes neuronales, permite explicar la rapidez con que se realizan los procesos cognitivos y su resistencia a los daños. No trabaja con símbolos, sino con patrones de activación y desactivación de las unidades componentes y de transmisión de señales entre ellas. En percepción y memoria se encuentran los casos típicos de tareas realizadas por redes neuronales, por ejemplo, reconocimiento de patrones (rostros, palabras a partir de letras, etc.).

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Abstract

Introduction: Cognitive science has become the most influential mental paradigm of the late twentieth and early twenty-first centuries. Its concepts and approach to problems and solutions have changed significantly in the course of a few years.

Method: The fundamental concepts of cognitive science are presented and discussed, divided into four stages: The beginnings, classical cognitivism, connectionism, and embodiment-enaction.

Development and Conclusion: The beginnings are marked by the construction of modern computers and the advent of information theory. Classical cognitivism began in 1956 with the notion that all information processing systems, including the human brain, share the same principles. From the analogy between computer and brain, it was considered appropriate to study the mind as if it were software. Connectionism, also called parallel distributed processing or neural networks get these names because of their underlying computational architecture. It helps explain the speed with which cognitive processes are performed and resistance to damage, being closer to biology. It does not work with representations, but with patterns of activation and deactivation of the component units and transmission of signals between them. Typical cases of tasks performed by neural networks are found in perception and memory, for example, pattern recognition (faces, words from letters, etc).





Cognición y ciencia cognitiva 
  Julio Alberto Rodríguez

Fuente : supervivir.org
  1. El desarrollo del término.
  2. La relación sujeto objeto.
  3. Un mundo conceptual.
  4. Postulados tradicionales.
  5. Una ciencia integradora.
  6. Conclusiones.
  7. Referencias, literatura

1. El desarrollo del término cognición.

Él término cognición, etimológicamente del latín cognitio, se entiende aproximadamente como: Conocimiento alcanzado mediante el ejercicio de las facultades mentales. Esto implica la existencia de un tipo de habilidad a la cual denominamos como la facultad o capacidad mental, explicadacomo función, dinámica y como estructura, lo que nos lleva a observar con mas detenimiento él termina mente, tanto como sistema físico y como sistema dinámico, sistema definido también, como facultad intelectual y su base estructurada, actuando dentro de los marcos del percepción, pensamiento, la memoria, la imaginación y la voluntad.
Todo lo anterior no parece llevarnos muy lejos, mas aun cuando deseamos explicar o definir la cognición como una ciencia. Si se desea explicar la ciencia cognitiva como el estudio metódico de las mentes y las capacidades mentales, no hacemos sino expresarla como un procedimiento «externo» que en realidad no tiene mucho que ver con el constante proceso de interacción «sujeto – objeto» donde la interpretación, representación y formación de modelos devienen como componentes principales de esa dinámica de acción: Esto en si es muy importante al exponer la cognición como dinámica, es decir no solamente como vital en la acción instante a instante del desarrollo del conocimiento sino como proceso evolutivo a largo plazo, dentro de una metodología sistémica formal biológica o social especifica.

2. Las relaciones de Sujeto – Objeto.
U. Beck, al explicar Cognición, presenta ésta como «pensamientos, imágenes, sueños despiertos y de allí los resultados de tales procesos».  La cognición en este caso es el reflejo de una información adquirida, interpretada y utilizada por cada ser humano, que como tal puede ser o no expresada como una representación interna. (Si es procesada o por el contrario, no ha sido percibida y a pasado de largo hasta llegar a otro «receptor».)


3. El mundo conceptual de la Cognición.
Comprende tanto la relación entre un filósofo y un especialista, como la otra en función del pensamiento integral, basado en el observar de todos los niveles de los sistemas de información, tanto naturales como artificiales. (Teoría de la información ampliada.)
La tradición del filósofo puede ver complicaciones cuando este observa la ciencia cognitiva como diversificada en distintos dominios de especialidad disciplinaria. Dada la existencia de las filosofías de las ciencias especiales, Sin embargo, algunos filósofos de la ciencia cognitiva, dado el desarrollo de esta disciplina, han comenzado a discutir este problema. Las aproximaciones más fructíferas sobre la filosofía de la ciencia cognitiva se concentran en el problema de la formación y evaluación de hipótesis para la ciencia cognitiva, (posición tradicional) en busca de una concepción unitaria de la ciencia cognitiva.


4. Postulados tradicionales y actuales.
El hecho de que los procesos cognitivos sean definidos como: Actos o procesos de conocimiento que implican, atención, percepción, sensación, memoria, imaginación razonamiento, resolución de problemas y toma de decisiones, es una aproximación al sentido o significado de la cognición y la ciencia que va conformándola.
El punto de vista de que una gran parte de los estudios sobre cognición se dedican a los aspectos avanzados de la tecnología de la información y su relación con el ser humano no es sino, la adecuación pragmática del periodo que vivimos en el cual se ha hecho uso del conocimiento práctico de sistemas de computo cada vez más complejos para realizar experimentos, comparaciones y teorías sobre como actúa nuestra «mente» como procesador de información frente a como actúan los mecanismos construidos por el hombre como «procesadores de similar información».


5. Una ciencia de la integración.
Un marco de referencia fundamental para explicar el proceso de la evolución humana desde un punto de vista cognitivo, es lo que denominamos como estados de conciencia: proceso que identifica la condición cognitiva humana dentro de su expresión más determinante.
Mediante nuestros estados conscientes y bajo las condiciones naturales del desarrollo cognitivo, los individuos conforman, interpretan y representan la realidad por ellos vivida. Realidad vivida, cuyas interpretaciones dan lugar a nuestras representaciones mentales, nuestras teorías, nuestras aplicaciones y nuestros diferentes niveles de posible libre albedrío.

6. Conclusiones
Una integración de todas las formas de explicar y definir la cognición podría generar nuevas ideas acerca de los parámetros abiertos del termino y los parámetros de la ciencia cognitiva. De momento utilizaremos sin embargo la siguiente definición relacionada con la dinámica comunicativa de la cognición:

  • Cognición es la confirmación de que el conjunto de una señal (elemento infológico) enviada a sido recibida y a su vez interpretada y/o representada por el receptor, la cual nos acerca algo mas a la dinámica del proceso cognitivo. De allí que la ciencia cognitiva es entre otras cosas, el estudio de la interpretación, contenido simbólico, representativo y las respectivas aplicaciones del concepto «señal» dentro del proceso de intercambio e interacción mental.
  • En forma general podríamos también decir que la ciencia cognitiva es el estudio funcional de la mente, sus relaciones con el medio y las observaciones metódicas de su desarrollo y evolución.

Es un contrato de vida y muerte

Pensamiento sobre el sueño
De José María Medina
Sobre el video de: Sigmund Freud la interpretación de los sueños.
Madrid 24/nov/2011
“Ante el descanso en la cama los sueños afloran como la vida de un gusano de mariposa,con la misma medida e intensidad que nos mantiene realmente bien al día siguiente.
Es un contrato de vida y muerte,de sueño real y completo de la mente humana que no para de vivir sus pausas de la única manera que puede y sabe y acepta que es dormir y seguir vivo,felizmente o a duras penas asumo esta existencia que es igual para todos.
Es algo que soñamos de siempre,como proyecto acabado de un futuro,hoy presente y más verdadero pero no tan sincero del sueño.Como maquinaría moderna y antigua que es intrínseco nuestro y tajante de este comportamiento y realidad del sueño;todo encuadra,en un cosmos que aunque evolucione estamos de acuerdo.
Sueño,vida,antes o después es un modelo de ingeniería perfecta,de ahí que halla tenido éxito en Dios y en nosotros,tal envergadura de vida de los sueños.Al final del camino,de la vida,y ya muertos,se cree que los sueños siguen realizándose o sean el pre ambulo al gran “sueño eterno” por su magnitud divina,regido mil veces por nuestras palabras y amor ya en otro costado,(otra comodidad) todavía no vislumbrado,simple creación,pero ferviente con una Fé y unos hechos que dejan constancia de una energía que nos lleva al despertar,gozar o seguir “luchando”,sufriendo inesperadamente.”

Ideación suicida durante el tratamiento antidepresivo

Fuente: web.ebscohost.com

Autores:
Perroud, Nader
Fuente:
CNS Drogas , 2011, vol. 25 Issue 6, p459-471, 13p, 1 Tabla de
Tipo de documento:
Artículo
Descriptores:
Ideación suicida 
El comportamiento suicida – Los factores de riesgo 
ANTIDEPRESIVOS – Aspectos psicológicos 
neuroplasticidad 
hipotálamo-hipófisis-suprarrenal






Resumen:
Pensamientos de suicidio durante el tratamiento con antidepresivos han sido recientemente el foco de varios genes candidatos y en todo el genoma estudios de asociación. A pesar de los factores clínicos de riesgo de tales eventos son bien conocidos, por desgracia, no ayudan a predecir quién va a tener un evento de suicidio durante el tratamiento con antidepresivos y . que no tienen estudios farmacogenómicos por lo tanto, trató de utilizar variantes genéticas para predecir la susceptibilidad individual al tratamiento relacionados con la ideación suicida. En esta perspectiva, varios predictores genéticos han puesto de relieve, la mayoría de los que se refieren a los mecanismos comunes de acción antidepresiva: los genes implicados en la neurotróficos y los sistemas de la plasticidad sináptica (CREB1 y BDNF y su receptor NTRK2), sistema noradrenérgico (ADRA2A), sistema glutamatérgico (GRIA3, GRIK2 y GDA), inflamatorias y hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA) sistemas de ejes (IL28RA y FKBP5) y en otras funciones cerebrales (PAPLN, Apoo, KCNIP4 y ELP3).Aunque algunos de estos genes pueden ser de interés en la predicción inducida por los antidepresivos ideación suicida, que todavía tienen que ser validados en muestras más fenotípicamente diseñado. Varios factores metodológicos son de hecho responsables . para los problemas que plantea implican estos resultados en la causación de un fenotipo clínicamente relevantes Estos incluyen las discrepancias entre los estudios en la definición de fenotipos, con varios umbrales diferentes para establecer la ideación suicida significativa, el uso de escalas no es realmente diseñado para medir la ideación suicida, y la escasez de verdaderos actos suicidas (intentos de suicidio y / o finalización) en los estudios de farmacogenómica. En conclusión, los estudios de farmacogenómica están lejos de cumplir su promesa. Hay una necesidad de los estudios de farmacogenética futuro dirigidas a los eventos que son clínicamente significativos con el fin de encontrar las variantes asociadas que ayudará a los médicos a mejorar sus estrategias de tratamiento. A la espera de estos predictores genéticos, los médicos deben tener en cuenta que todos los estudios en este campo avalan un efecto beneficioso de los antidepresivos sobre la ideación suicida. Esto debería alentar a prescribir medicación antidepresiva, incluso en pacientes con ideación suicida.[RESUMEN DE AUTOR]
 






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ISSN:
11727047
Número de Acceso:
64291259
Base de Datos:
Psicología y Ciencias del Comportamiento Colección

Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de alcohol






Fuente: http://www.psiquiatria.com/tratado/PRESENTACION.pdf
Capítulo 11
Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de alcohol.
P. A. Soler Insa, J. Sanahuja Solans, A. Mengual Prims










RESUMEN

INTRODUCCIÓN
A
pesar de la magnitud del los problemas sanitarios provocados por el consumo de
bebidas alcohólicas y su antigüedad, el alcoholismo (o dependencia del alcohol) no
ha estado considerado por la Medicina como una
entidad clínica (enfermedad o trastorno) hasta muy
recientemente. Tradicionalmente la Medicina ha
estudiado las patologías debidas al consumo-abuso
de bebidas alcohólicas (somáticas o psiquiátricas), o
ha considerado al alcoholismo (y a las demás drogodependencias) como síntomas (secundarios a
trastornos de personalidad o a otras patologías psí-
quicas).




EPIDEMIOLOGÍA DEL ALCOHOLISMO
El consumo de alcohol puro por habitante y año ha
ido creciendo en España en las últimas décadas. Actualmente se consume un 116% más que en 1940; el
consumo de cerveza ha aumentado un 2.500% en
ese período, y el de licores destilados un 96% (14).
Todos los estudios epidemiológicos más recientes
sobre abuso y dependencia del alcohol realizados en
países occidentales constatan que éste es un problema creciente, cada vez más grave, y cada vez más
propio de personas jóvenes, entre 15 y 30 años de
edad.
Encuestas realizadas en Catalunya indican que un
10% de los jóvenes entre 15 y 29 años consumen
más de 525 ml de alcohol puro a la semana (equivalente a 75 ml diarios) y que un 25% de estos realiza
todo el consumo durante el fin de semana (14).
Nuevas formas de consumo han aparecido, especialmente entre adolescentes, como el uso de alcohol
con un “patrón-droga” durante los fines de semana,
es decir con intención de intoxicarse.
También es cada vez más frecuente el uso conjunto de bebidas alcohólicas y otras sustancias, psicofármacos o drogas ilegales.
Aunque desde un punto de vista intercultural aún
prevalece el alcoholismo masculino en los últimos
tiempos éste trastorno ha aumentado mucho entre
las mujeres.





TIPOS DE ALCOHOLISMO
Una vez establecida la diferencia entre alcoholismo primario y secundario, especialmente en el sentido de que el primero constituye un diagnóstico único
y no es consecuencia de ninguna otra patología; se
han realizado diversos intentos por clasificar los alcoholismos primarios, relacionándolos con la genética,
con características clínicas, con el pronóstico y el tratamiento.
Una primera clasificación sería la de “alcoholismo
familiar” y “no familiar”; en el primer caso existirían
dos o más antecedentes familiares de alcoholismo (y
no de otros trastornos mentales), edad de inicio precoz, síntomas graves (precoz pérdida de la capacidad
para controlar las ingestas) y precoz necesidad de

tratamiento. Los alcohólicos con familias alcohólicas, además padecen consecuencias sociales más
graves, tienen menor implicación en una familia estable, tienen más problemas de rendimiento y conducta en la escuela y peor pronóstico (24). En definitiva un tipo de alcoholismo, el familiar, que parece
relacionase con la conducta antisocial. A partir de
esa primera clasificación de los alcoholismos y de las
realizadas por Jellinek (3) en 1960, surgen los que se
han denominado alcoholismos tipo 1 y tipo 2. La
primera tipificación de este tipo fue realizada por
Cloninger (25) y posteriormente ampliada y redefinida por sus colaboradores (26,27).
El alcoholismo tipo 1 se caracteriza por estar influido por el ambiente, inicio después de los 25 años de
edad, problemas de salud, familiares o sociales aislados, elevada dependencia de la recompensa, baja
búsqueda de sensaciones nuevas, comportamiento inhibido, ansiedad anticipatoria, introversión y rigidez.
El alcoholismo tipo 2 parece muy influido por factores hereditarios, es típico de los varones, de inicio
precoz, antes de los 25 años de edad, impulsividad,
baja dependencia de la recompensa, elevada búsqueda de nuevas sensaciones, agresividad y violencia y
abuso de otras drogas.
Una tipología similar diferencia los alcoholismos
entre tipo A y tipo B (28). El tipo A se caracteriza
por la existencia de pocos factores de vulnerabilidad,
inicio tardío, pocos problemas psiquiátricos asociados, problemas relacionados con el consumo de alcohol más leves o benignos y mejor pronóstico. El tipo B, por el contrario, se caracteriza por existencia
de factores de vulnerabilidad infantil y familiar, inicio
precoz, rápida progresión, más problemas psiquiátricos asociados, problemas relacionados con el consumo muy graves y peor pronóstico.
El alcoholismo tipo I (o A) sería el más frecuente.
Su historia natural sería equivalente a la descrita por
Schuckit (29) para el alcoholismo primario:
1. Edad del primer consumo de alcohol (*) 12-14
2. Edad de la primera intoxicación (*) 14-18
3. Edad del primer problema menor
por alcohol (*) 18-25
4. Edad de inicio (primer problema mayor) 23-33
5. Edad habitual del primer tratamiento 40
6. Edad habitual del fallecimiento 55-60
Causas inmediatas: cardiopatía
cáncer
accidentes
suicidio
7. A cualquier edad pueden alternarse abstinencia
y consumo.

ALCOHOLISMO Y GENÉTICA
Actualmente existe un mayoritario consenso sobre que el más potente predictor de alcoholismo son
los antecedentes familiares de alcoholismo. El ambiente jugaría también un importante papel, aunque
no causal en la mayoría de los casos. Estas afirmaciones son especialmente claras para el caso de los
varones, entre éstos la probabilidad de padecer alcoholismo es 4 veces mayor entre los hijos de alcohólicos, independientemente de si han sido criados por
sus padres biológicos o por padres adoptivos no alcohólicos. Se considera que entre un 20 y un 25%
de los hijos varones de alcohólico van a padecer alcoholismo. No existe ningún otro trastorno mental
en que la dominancia familiar sea tan significativa.
En el caso de las mujeres el papel de la herencia no
es tan claro, aunque los estudios también van a favor
de la herencia de vulnerabilidad. El acuerdo es cada
vez mayor, a la luz de los datos acumulados, sobre la
herencia de vulnerabilidad o de factores de riesgo,
que junto con factores ambientales (familia alcohólica o familia disfuncional) interactuarían para provocar finalmente un alto nivel de riesgo.
Para Goodwin (31) los estudios de adopción han
demostrado que:
1. Los hijos de alcohólicos son muy vulnerables al
alcoholismo, pero las hijas de alcohólicos adoptadas
también presentan tasas de alcoholismo significativamente mayores que la población general.
2. La vulnerabilidad para padecer alcoholismo es
específica y no comporta mayor incidencia de otros
trastornos mentales.
3. El alcoholismo debe ser considerado como una
entidad clínica per se, y no forma parte de un continuum que partiera del beber normal pasando por el
beber excesivo.
En general se acepta que se heredaría una vulnerabilidad o factor de riesgo de padecer alcoholismo,
que requeriría del efecto adicional de factores ambientales infantiles en el tipo 1 y que sería independiente de éstos para el tipo 2.
La vulnerabilidad ha sido estudiada y definida de
diversas formas.
Muchos estudios concluyen que los hijos de alcohólicos con frecuencia tienen problemas para la auto-monitorización de los niveles de alcoholemia: relativa insensibilidad a los efectos de dosis moderadas
de alcohol (falta de “alerta de intoxicación”) como
menor balanceo corporal o menor ataxia, menor
puntuación en escalas de efectos subjetivos y mayor
tolerancia aguda.





EFECTOS FISIOLÓGICOS DEL ALCOHOL
Las bebidas alcohólicas son básicamente soluciones de etanol en agua. El porcentaje del volumen correspondiente al alcohol etílico se expresa como graduación. El efecto psicoactivo de las bebidas
alcohólicas, aunque contienen pequeñas cantidades
de otras sustancias (metanol, metales, vitaminas, taninos, etc.), debe ser atribuido exclusivamente al etanol. Las diferentes propiedades organolépticas de las
bebidas tienen que ver con el proceso de producción,
pero no tienen que ver con los trastornos por consumo de alcohol. Aunque las cantidades de alcohol por
dosis de cada bebida pueden variar (especialmente
con la cerveza) en general una dosis de bebida (un vaso de vino o una copa de licor, o una cerveza “mediana”) contiene aproximadamente unos 12 g de etanol. Esta dosis incrementa la alcoholemia entre 0,15
y 0,25 g/litro en un adulto de unos 70 kg de peso, y
es la cantidad de alcohol etílico que un adulto sano
metaboliza en aproximadamente una hora.

ABSORCIÓN Y METABOLISMO
Una vez ingerido, el etanol es muy mínimamente
absorbido por la mucosa orofaríngea y esofágica, y
rápidamente absorbido en el estómago (más rápidamente en las mujeres por el déficit de alcoholdeshidrogenasa gástrica) y el intestino delgado (especialmente el duodeno). La rapidez de la absorción se
modifica según el tipo de alimentos (se retrasa con la
presencia de lípidos e hidratos de carbono; es aún
discutido si se aumenta con la presencia de anhídrido
carbónico) y aumenta en ayunas. Puede detectarse
alcohol en sangre a los 5 minutos de la ingesta en
ayunas y se consigue un pico hemático máximo entre los 30 y 90 minutos, dependiendo de la graduación de la bebida ingerida (máxima absorción con las
bebidas entre 15 y 30 grados) y de la rapidez de la
ingesta.



EFECTOS SOBRE EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
El alcohol etílico, a pesar de efectos subjetivos estimulantes o euforizantes a dosis bajas, actúa sobre el
SNC como un depresor o un anestésico. En relación
con la alcoholemia produce un cuadro de parálisis
descendente.
Inicialmente, y con alcoholemias bajas, se afectan
ya las zonas más integradas y complejas, como el
córtex y el sistema reticular activador: se deteriora la
capacidad para controlar y modular emociones, la
memoria y la capacidad de concentración. Las alteraciones del estado de ánimo traducen efectos sobre
el sistema límbico. A concentraciones más elevadas
se afecta ya el mesencéfalo y aparece sedación y
sueño, incluso coma. Si sigue aumentando la alcoholemia se afectará la protuberancia y aparecerá parálisis ocular: el sujeto permanece en coma, con la mirada fija y las pupilas mióticas. Finalmente, si se
afecta el bulbo se suprimirán las funciones vitales:
parada cardiorrespiratoria.
En el EEG aparecerá primero un retraso del ritmo
alfa, posteriormente aparecerán ondas theta y, finalmente ondas más lentas tipo delta (18).
La asociación entre alcoholismo crónico y deterioro cognitivo es clara y patente. Para algunos autores
hasta un 70% de los alcohólicos que han solicitado
tratamiento presentan algún tipo de deterioro y algún grado de aumento de los espacios ventriculares
cerebrales.
La degeneración cerebelar, caracterizada por trastornos de la marcha, nistagmus y alteración del equilibrio es otra consecuencia posible del efecto del alcohol sobre el SNC.

EFECTOS SOBRE LA SEROTONINA
En general la reducción, por medios farmacológicos, de la serotonina cerebral, provoca aumentos de
consumo de alcohol en animales de experimentación; y los aumentos de 5-HT reducen el consumo.
La lesión de células serotoninérgicas provoca un
aumento del consumo de etanol en las ratas que no
prefieren alcohol, pero ese efecto no se observa en
las ratas que sí prefieren alcohol. Resultados de ese
tipo dan soporte a la hipótesis de la hipofunción del
sistema serotonínico en los enfermos alcohólicos.
Según esa hipótesis un número de alcohólicos llegarían a serlo por un déficit 5-HT determinado genéticamente y que intentarían corregir ingiriendo etanol
(“automedicación” ?).

EFECTOS SOBRE EL SUEÑO
Aunque el alcohol, a dosis bajas, reduce el tiempo
de conciliación del sueño; a dosis mayores produce
una fragmentación del mismo, con frecuentes despertares y reducción de las fases de sueño profundo
y de las fases REM.

La cooperación en el tratamiento y riesgo de violencia por drogas






Diario Médico

psiquiatría
Página WEB: psiquiatria.diariomedico.com

MEJORA EL SISTEMA ACTUAL

La cooperación, mejor para médico y paciente psicótico

Es posible recuperarse de una experiencia psicótica. Así lo ha afirmado Ricardo Guinea, psiquiatra y vicepresidente de la Asociación Internacional de Rehabilitación Psicosocial, en la IX Jornada Anual de la Fundación Manantial sobre Atención Integral a personas con enfermedad mental.
Es posible recuperarse de una experiencia psicótica. Así lo ha afirmado Ricardo Guinea, psiquiatra y vicepresidente de la Asociación Internacional de Rehabilitación Psicosocial, en la IX Jornada Anual de la Fundación Manantial sobre Atención Integral a personas con enfermedad mental.
«Se debe cambiar el modelo médico actual paternalista hacia otro más cooperativo donde el paciente pueda hablar de su experiencia en primera persona. Lo importante es vivir como personas, no ser un caso o un enfermo», señala Guinea.
Alternativas
Por ello, el experto considera que no debe medicalizarse el diagnóstico. «El diagnóstico es sólo una situación puntual que implica una serie de autocuidados mayores y un pacto con el profesional sanitario», apunta.
Asimismo, «para recuperarse de la experiencia traumática podemos recurrir a la medicación, pero también hay que saber otras formas de afrontarla», añade Rufus May, psicólogo clínico de la Universidad de Bradford en el Reino Unido. Para May, una de las claves para que el paciente pueda lidiar con su enfermedad es la práctica del ejercicio físico para liberar energía y reducir la ansiedad que padecen los pacientes.
May critica también la tendencia a apartar a los enfermos psiquiátricos sin razón, ya que considera que «la gente no se vuelve loca sin motivo, las experiencias vitales llevan a las personas a retraerse en su propio mundo».

AVANZAR EN LA DETECCIÓN PRECOZ DEL CONSUMO

El riesgo de violencia aumenta sólo con abuso de drogas

Diversos estudios relacionan alcohol y violencia. En caso de trastorno mental, el abuso de alcohol y drogas aumenta hasta siete veces el riesgo de violencia, lo que indica que las estrategias sanitarias encaminadas a la reducción de la violencia deberían estar centradas en la prevención de drogodependencias. Las personas con un diagnóstico de enfermedad mental grave sólo desarrollan comportamientos agresivos cuando presentan comorbilidad.
El alcohol es el tercero entre veintiséis factores de riesgo de la mala salud en la Unión Europea, superando al sobrepeso y obesidad y sólo por detrás del tabaco y la hipertensión arterial. Varios expertos han analizado en el XV Congreso Nacional de Psiquiatría la relación entre alcohol y violencia.
Josep Guardia, consultor senior de la Unidad de Conductas Adictivas del Servicio de Psiquiatría del Hospital San Pablo, de Barcelona, y vicepresidente de Socidrogalcohol, se ha referido a la falsa creencia de que el riesgo de comportamientos violentos es superior en las personas con un diagnóstico de trastorno mental grave. Sin embargo, en líneas generales estos pacientes sólo desarrollan actos agresivos cuando además han abusado de alcohol o drogas.
En el caso de la esquizofrenia la mayor parte del riesgo de violencia es debido al abuso de alcohol y drogas; en trastorno bipolar la totalidad del riesgo es debido al consumo abusivo. Lo que sucede es que el 60 por ciento de los pacientes con TBP-1 presentan también abuso de drogas y alcohol. En el caso de comorbilidad de trastorno psicótico con abuso de sustancias, el riesgo de violencia es similar al que presentan las personas con abuso y sin trastorno psicótico.





Más agresiones
En personas con enfermedad mental grave el abuso de alcohol y drogas incrementa hasta siete veces el riesgo de violencia, en concreto de homicidio, agresión física, agresión sexual, intimidación o piromanía.

El riesgo de homicidio puede llegar a ser del 38 por ciento cuando un trastorno psicótico paranoide va asociado con la dependencia del alcohol. La prevención de los delitos violentos y de su reincidencia implica la detección y el diagnóstico del abuso de alcohol y drogas y su tratamiento en las personas con trastorno mental grave.